Qué es el choque de cloro en una piscina
El choque de cloro es un tratamiento intensivo de desinfección que consiste en añadir una dosis elevada de cloro en un corto periodo de tiempo. Su objetivo es eliminar microorganismos, algas, bacterias y residuos orgánicos que el cloro de mantenimiento no consigue neutralizar.
Este proceso también rompe las cloraminas, compuestos responsables del olor fuerte a “piscina” y de la irritación en ojos y piel. Aplicar un choque de cloro devuelve al agua su transparencia y restablece su capacidad desinfectante.
Por qué es necesario aplicar un tratamiento de choque
Aunque se realice un mantenimiento regular, el agua de la piscina está expuesta constantemente a suciedad, restos de cremas solares, sudor o incluso a la lluvia. Con el tiempo, estas partículas saturan el desinfectante habitual y reducen su eficacia.
El tratamiento de choque es necesario para:
- Recuperar un agua turbia o verdosa.
- Restablecer los niveles de cloro libre.
- Prevenir la proliferación de algas y bacterias.
- Mejorar la seguridad y la calidad del baño.
Cuándo hacer un choque de cloro en la piscina
Existen momentos clave en los que el choque de cloro es especialmente recomendable:
- Inicio de temporada: antes del primer baño, tras llenar o destapar la piscina.
- Uso intensivo: después de fiestas, reuniones o varios días con muchos bañistas.
- Agua alterada: cuando aparece turbidez, mal olor o color verdoso.
- Tras tormentas o lluvias intensas: ya que alteran el pH y aportan residuos.
- Final de temporada: antes de cubrir la piscina para el invernaje.
Cómo aplicar el cloro de choque paso a paso
Para que el tratamiento sea eficaz, conviene seguir un procedimiento ordenado:
- Medir y ajustar el pH: debe estar entre 7,2 y 7,6.
- Calcular la dosis correcta: depende del producto, pero suele ser de 15 a 20 gramos por cada m³ de agua.
- Diluir el producto: disolver el cloro en un cubo con agua antes de añadirlo.
- Repartir en el vaso de la piscina: verter la mezcla alrededor del perímetro para distribuirlo uniformemente.
- Mantener la filtración activa: dejar el sistema en marcha al menos 6-8 horas.
- Esperar antes del baño: no bañarse hasta que los niveles de cloro libre estén entre 1 y 3 ppm.
Consejos para maximizar la eficacia del tratamiento
- Realizar el choque por la tarde o de noche para evitar la degradación del cloro por la radiación solar.
- Cepillar paredes y fondo antes del tratamiento para desprender algas y suciedad adherida.
- Comprobar de nuevo el nivel de cloro al día siguiente para asegurarse de que ha vuelto a valores seguros.
- Repetir el proceso si el agua sigue turbia o con presencia de algas.
Errores comunes al aplicar un choque de cloro
- No ajustar el pH antes del tratamiento.
- Echar el producto directamente en el agua sin diluirlo.
- No esperar el tiempo suficiente antes de bañarse.
- Confiar en el choque como único método de mantenimiento.
Alternativas y complementos al cloro de choque
Además del cloro, existen otros tratamientos de choque que pueden utilizarse en función de las necesidades de cada piscina:
- Oxígeno activo: adecuado para pieles sensibles y sin olor.
- Bromo: recomendado para spas y aguas calientes.
- Alguicidas: complementan el choque para evitar la aparición de algas.
Cada producto tiene sus ventajas y limitaciones, pero el cloro de choque sigue siendo la opción más utilizada por su eficacia y rapidez de acción.