Por qué aparece agua verde en la piscina
Abrir la tapa de la piscina y encontrarse con un agua verde es una escena más común de lo que parece. Esa coloración indica la presencia de algas, organismos microscópicos que se multiplican a gran velocidad cuando encuentran el entorno perfecto.
El calor del verano, la luz solar constante y un desequilibrio en los parámetros químicos son los responsables principales. Cuando el pH no está en rango o la filtración es insuficiente, el agua verde en la piscina no tarda en aparecer, convirtiendo un espacio de relax en una preocupación inesperada.
Los problemas de abusar del cloro para eliminar el agua verde
La reacción inmediata suele ser añadir grandes dosis de cloro con la esperanza de que el agua vuelva a ser transparente en pocas horas. Sin embargo, abusar del cloro no es la solución definitiva.
Un exceso de este químico puede provocar irritación en los ojos, sequedad en la piel y molestias en las vías respiratorias. Además, deteriora los materiales de la piscina, como los revestimientos y el sistema de filtración. El agua verde en la piscina puede volver a aparecer si no se corrigen las causas de fondo, aunque se añada mucho cloro.
Cómo prevenir el agua verde en la piscina de forma eficaz
La mejor estrategia no es luchar contra las algas cuando ya han colonizado el agua, sino impedir que se desarrollen. Para ello, conviene mantener rutinas sencillas que garantizan un equilibrio perfecto.
Controlar el pH y asegurar una buena filtración
El pH del agua debe mantenerse entre 7,2 y 7,6. Si se desequilibra, el cloro pierde eficacia y las algas se reproducen con rapidez. Por eso conviene medirlo varias veces por semana.
La filtración es otro punto clave. Para prevenir el agua verde en la piscina, lo ideal es que el agua circule al menos entre 6 y 8 horas diarias. Así se evita el estancamiento y se dificulta la proliferación de algas.
Cepillado y limpieza frecuente de paredes y fondo
Las algas se adhieren con facilidad a las paredes y al fondo de la piscina. Cepillar estas superficies dos veces por semana es una rutina sencilla que evita que se forme la capa inicial que luego tiñe el agua de verde.
Renovar parte del agua en momentos clave
Sustituir un 5% o 10% del agua de la piscina cada cierto tiempo ayuda a eliminar residuos acumulados. Este gesto contribuye a mantener un agua más equilibrada y dificulta que aparezca el temido color verde.
Alternativas al cloro para tratar el agua verde en la piscina
Aunque el cloro sigue siendo un gran aliado, no es la única herramienta disponible. Hoy existen métodos complementarios más sostenibles y agradables para el baño.
Alguicidas preventivos y sostenibles
El alguicida es un producto diseñado para impedir que las algas crezcan. Los preventivos se aplican en dosis pequeñas de manera regular y reducen mucho el riesgo de agua verde en la piscina. Los de nueva generación son menos agresivos con el medio ambiente y permiten el baño pocas horas después de su uso.
Oxígeno activo y otros sistemas alternativos
El oxígeno activo se ha convertido en una alternativa fabulosa. Oxida las partículas sin dejar residuos y genera una sensación de baño más natural. Es ideal para personas con piel sensible y permite mantener el agua transparente sin depender en exceso del cloro.
Otros sistemas como la electrólisis salina, los rayos ultravioleta o los ionizadores de cobre y plata ayudan a mantener a raya las algas y a reducir la frecuencia con la que aparece agua verde en la piscina.
Rutinas sencillas para mantener el agua clara y evitar el tono verde
La constancia es el secreto de una piscina impecable. Revisar el pH y los niveles de cloro libre cada pocos días, limpiar la cesta del skimmer, cepillar las paredes y asegurar un tiempo de filtración suficiente son pequeños hábitos que previenen la aparición de agua verde.
Cubrir la piscina por la noche, sobre todo en zonas con árboles, evita que hojas y polvo se acumulen en el agua. Y si las temperaturas son altas, conviene aumentar la filtración, ya que el calor acelera la proliferación de algas.
Trucos extra para que no vuelva el agua verde en la piscina
Más allá del mantenimiento básico, existen gestos adicionales que ayudan mucho. Ducharse antes de entrar evita que cremas solares y sudor pasen al agua. Usar un robot limpiafondos facilita la limpieza diaria y elimina restos en rincones difíciles.
Si la piscina ha estado sin uso durante semanas, aplicar un alguicida preventivo o un tratamiento de choque con oxígeno activo antes del primer baño es una garantía para no empezar la temporada con el agua verde.
En definitiva, tener agua verde en la piscina no es un problema inevitable. Con un control regular de parámetros, rutinas de limpieza y el apoyo de alternativas sostenibles al cloro, el agua puede mantenerse siempre cristalina, saludable y lista para disfrutar.